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Carbón: tipos, características, comprar…

Comprar carbón

¿Qué es el carbón?

El carbón o carbón mineral es una roca sedimentaria organógena de color negro, muy rica en carbono y con cantidades variables de otros elementos, principalmente hidrógeno, azufre, oxígeno y nitrógeno.

El carbón es utilizado principalmente como combustible fósil.

El carbón es un recurso no renovable.

Carbón

La mayoría del carbón explotado se formó a partir de los vegetales que crecieron durante los períodos Carbonífero (hace 359 a 299 millones de años) y Cretácico (hace 145 a 66 millones de años), al ser ambos períodos de gran extensión temporal y situarse gran parte de los medios sedimentarios favorables para su acumulación y conservación en latitudes intertropicales.

Toda la información sobre el carbón:

¿Qué tipos de carbón para barbacoa existen?

A la hora de comprar carbón para barbacoa para hacer un buen asado, encontrarás multitud de opciones.

Ahora bien, ¿en qué se diferencian unos de otros? ¿Cuál deberías comprar? A continuación intentaremos explicártelo de la forma más breve y sencilla posible:

Carbón vegetal

Esta es la materia prima más popular y la más utilizada. Este carbón para barbacoa procede de la combustión de la leña, así como de otros residuos de origen vegetal. Hablamos de un tipo de biomasa vegetal que encontrarás fácilmente en cualquier establecimiento. Ahora bien, debes prestar atención a su calidad, pues encontrarás sacos de calidad baja y media (los encontrados mayormente en gasolineras y supermercados) o alta (los carbones de quebracho blanco, encina y marabú son los mejores). Para que te hagas una idea, cuanta más alta sea su calidad, mayor será su capacidad calorífica y la duración de las brasas. Si es de buena calidad, creará pocas cenizas y el humo generado concederá un sabor exquisito a la comida.

Es lo mejor que puedes emplear para asar o ahumar tus alimentos. A la hora de fabricarlo se deben quemar las variedades de madera utilizadas, como encina, roble o abedul, por encima de los 500ºC sin aire. Con este calor, la humedad de la madera desaparece casi por completo, lo que incrementa el poder calorífico del producto final. El proceso de fabricación de este tipo de carbón es bastante lento. De hecho, puede llegar a durar unos 20 días.

Se puede obtener con diferentes maderas, ya sea de roble o de encima, el más común. Ahora bien, también podemos adquirir carbón de coco, quebracho o naranjo. Cada uno de ellos cuenta con un poder calorífico determinado para elaborar diferentes platos.

El carbón vegetal es el mejor para una barbacoa. Este carbón se produce mediante un proceso de quemado de la madera a unos 500 grados centígrados en ausencia del aire.

Gracias a este proceso, la humedad que contiene la madera queda casi totalmente eliminada y el carbón que se obtiene tiene un poder calorífico grande.

Existen varios tipos de carbón, principalmente se clasifican en dos clases: el carbón mineral, en desuso por su alta toxicidad y el carbón vegetal. Dentro de este tipo también los podemos clasificar según origen y características.

Carbón mineral

A decir verdad debes huir de él porque no es lo más aconsejable para hacer este tipo de asados. Es contaminante, el humo generado no es aromatizante y su única finalidad es dar calor, de ahí que se utilice principalmente en estufas, calefacciones o industrias.

Briquetas de carbón

Destacan por su versatilidad al poder ser utilizadas en todo tipo de asados. Hablamos de una solución eficiente y práctica formada por restos de madera y resinas dotadas de elementos químicos que no contaminan. A la hora de obtener el calor necesario se precisa una cantidad más reducida de briquetas y, aunque necesitará un poco más de tiempo para encenderse, guardan más el calor. Este producto alcanza una temperatura menor que el vegetal, dura menos y el humo que genera no es aromático, así que no potenciará el sabor de los alimentos.

Carbón natural de encina

El carbón de encina es uno de los favoritos por los entusiastas del aire libre y los alimentos asados.

Este carbón para barbacoa es una variante del vegetal, solo que su fabricación es más artesanal, de ahí que su calidad sea superior. Destaca por el aroma que desprende su humo, una esencia muy especial con la que se impregnarán los alimentos.

A la hora de adquirir un carbón artesano de calidad, no hay duda de que esta variedad es una de las mejores alternativas. Su precio es superior, pero realmente merece la pena.

El carbón de encina es considerado el de mejor calidad y más recomendado. Se caracteriza por su aroma y olor que proporciona un ahumado muy especial a las carnes, pescados y verduras.

Asegúrate que es verdadero carbón de encina, sus trozos cuanto más grandes mejor y, su precio, es más caro que el carbón vegetal clásico pero la diferencia vale la pena. Lo puedes encontrar envasado en sacos de 10kg, 15kg o 20 kg.

El carbón de Encina es el más extendido y propio de muchas zonas de España y se usa tanto para la hostelería como en el ámbito doméstico y particular.

Al igual que el resto de carbones vegetales también presenta ventajas y magníficas propiedades que lo diferencian de otras opciones.

Resulta muy efectivo y exitoso sobre todo en brasas abiertas.
Al igual que los anteriores también puede presumir de un buen poder calorífico, lo cual se agradece porque con ello se mantiene la intensidad de la temperatura de forma continuada.
Aporta igualmente olor y sabor muy característico a los alimentos.
Es un carbón de color más oscuro y que puede generar más restos de cenizas que otras modalidades.

Carbón vegetal de quebracho

El carbón de quebracho argentino se obtiene del árbol del hierro y tiene similitudes con el carbón de encina por su alta calidad.

Se caracteriza principalmente por su durabilidad y el escaso humo que desprende, esto lo hace perfecto para usar en barbacoas de interior. Lee aquí el artículo sobre. Dada su alta calidad, su precio es mayor que el carbón convencional.

Una de las grandes estrellas entre los carbones vegetales es sin duda el carbón de Quebracho. De origen argentino, la extrema dureza de este árbol lo ha llevado a ser conocido comúnmente como Árbol de hierro o “quiebra hachas”.

Aunque existen dos modalidades, el rojo y el blanco, es este último el más utilizado por las magníficas cualidades que presenta y por tanto bueno como aporta a nuestros platos.

El carbón de quebracho argentino es un combustible artesanal muy conocido a nivel mundial, principalmente el carbón de quebracho blanco. Una de sus principales características es que dura más tiempo que los carbones vegetales. Y es que tanto su calidad como su capacidad calorífica son superiores. Como en el caso anterior, también podemos considerarlo como una especie de carbón sin humo, algo que lo convierte en el ideal para los asados que se hacen dentro de casa. Ahora bien, su precio es superior y es más difícil de encontrar.

Entre sus características más destacables encontramos:

Su poder calorífico es también una de sus señas de identidad, pero tal vez sea el de mayor índice de todos, por lo que se convierte en un perfecto aliado para mantener la temperatura y las brasas en perfecto estado durante mucho tiempo.
Transmite a nuestros alimentos ese envolvente y adorable aroma natural que tanto lo identifica, al igual que sus resultantes cenizas blancas, que también lo caracterizan.
Tampoco tenemos que preocuparnos de la emisión de chispas, pues no las produce.
Resulta ideal para carnes e incluso pescados de carne roja.
Su combustión es bastante lenta, manteniendo por ello una estabilidad muy constante que facilita trabajar los alimentos en el punto perfecto.
Igualmente su composición es plenamente natural sin otros elementos artificiales que potencien su combustión, siendo por ello un elemento ecológico y respetuoso con el planeta.

Carbón vegetal de marabú

El carbón de marabú cubano se distingue por ser pequeño (formato canutillo), potente y por dejar la ceniza perfecta para cocinar pescado. Pese a que posee un gran poder calorífico, no genera chispas y dura bastante tiempo.

Este arbusto procede de África aunque de una u otra forma llegó a Cuba hace ya casi dos siglos y ha sido precisamente desde este país americano desde el que se ha dado a conocer como un importante y famoso carbón vegetal.

El Marabú se ha convertido en una opción muy demandada, probablemente por razones de peso tales como:

El elevado poder calorífico que presenta, mediante el cual los alimentos acaban braseados de forma exquisita.
Tiene un tiempo estimado de encendido según si trabajamos con parrilla, barbacoa u horno de entre 4 y 8 horas en perfecto estado.
No produce chispas.
Su composición es plenamente natural, sin elementos químicos ni artificiales adicionales. Este aspecto lo convierte además en un aliado medioambiental.

Carbón de coco

Cada vez son más los que emplean carbón de coco en sus parrillas. Posee un poder calorífico muy alto y su forma es similar a las briquetas.

Se ha convertido en una de las opciones más populares al ser más natural y ecológico que los carbones vegetales de siempre. Además, es más duradero y genera menos humo que el carbón clásico.

Si estás concienciado con el medio ambiente y de vez en cuando aportas tu granito de arena a favor de la sostenibilidad, es la mejor alternativa. Su durabilidad es 4 veces superior con respecto al vegetal y no provoca fuegos intensos ni chispas. Es lo que se dice un carbón sin humo, aunque su alto precio es su mayor desventaja.

El carbón de fibra de coco esta ganando popularidad en España. Este tipo de carbón tiene un poder calorífico muy elevado. Su peculiar forma puede recordar a las briquetas.

El carbón de coco es más natural y ecológico que el vegetal normal o mineral.

Genera mucho menos humo que el carbón tradicional, no suelta chispas y es muy duradero, unas 3 o 4 veces más que el vegetal. Es perfecto si tienes una barbacoa sin humo para usar en el balcón o interior.

Dada su calidad y beneficios, este carbón tiene un precio más elevado que el convencional. Es muy usado para los yakitoris

Briquetas prensadas de madera

Este tipo de carbón, es un combustible natural fabricado a partir de biomasa forestal, biomasa residual industrial o residuos de vegetales.

Las briquetas prensadas generan menos cenizas dejando menos contaminado y más limpio el espacio. Además, su tamaño es menor que el carbón tradicional y su manipulación y limpieza requiere menos esfuerzo.

Otra ventaja de las briquetas de madera es que permiten un fácil encendido y sin apenas complicaciones, siendo también más duraderas y eficientes durante el cocinado.

Las briquetas son una alternativa económica y ecológica.

Características del mejor carbón para barbacoa

Es importante tener claro las principales características a tener en cuenta para saber escoger el mejor carbón vegetal.

El carbón será de calidad si…

Se enciende rápido con poca cantidad.
Su durabilidad es alta durante el cocinado.
Alcanza altas temperaturas, es decir, su poder calorífico es alto.
La ceniza que queda al terminar es poca.
Su densidad es alta, es decir, a más peso y menor cantidad mayor es la calidad.
Es ecológico.
Deja un buen sabor a ahumado en los alimentos preparados.

Cómo encender el fuego con carbón

Ahora que ya sabes cual es el mejor carbón para barbacoa, solo queda pasar a la siguiente fase.

Lejos de lo que puedas pensar, encender el carbón es un proceso sencillo, pero es importante hacerlo de una manera correcta para obtener un resultado final satisfactorio.

Es muy poco recomendable usar productos como pastillas o líquidos inflamables ya que aportan al carbón y a la barbacoa un fuerte olor a queroseno y el sabor de los alimentos también quedará impregnado.

Lo más recomendable es encender el carbón con sistemas como las chimeneas de encendido o los encendedores eléctricos que no producen humo y encenderán la barbacoa de forma rápida y cómoda.

Existe una manera muy sencilla y casera de encender el carbón con tan solo un trozo de papel y aceite.

¿Cómo identificar carbón vegetal de alta calidad?

Si eres un novato en esta técnica de cocción, puede resultar complicado distinguir el carbón de baja o alta calidad. Ahora bien, debes saber que la mayor parte del carbón que encontrarás en los supermercados tiene una calidad inferior al que puedas comprar en otros sitios especializados. La razón es muy sencilla. Los primeros son fabricados en masa a partir de un proceso rápido y por ello poseen un poder calorífico inferior. A la hora de saber cuál es el carbón de calidad que más nos conviene, es necesario prestar atención a las siguientes características:

Durabilidad superior. El carbón para barbacoa de calidad dura más tiempo encendido, de ahí que a la larga resulte más económico y conlleve un esfuerzo inferior al no ser necesario añadir constantemente carbón a la repisa.
Mejor sabor. Un carbón para barbacoa bueno hará que los pescados, verduras y carnes sepan mejor.
Poder calorífico superior. Cuanta más calidad tenga el carbón, mayor será su poder calorífico. Esto significa que el carbón de mayor calidad pueden alcanzar los 500º, lo que conllevará un tiempo de cocinado inferior.
Mayor peso. El buen carbón también se distingue por su peso. De hecho, pesa mucho más que el de baja calidad. En cuestión de volumen, una bolsa de carbón de alta calidad que pese 3 kg ocupará la mitad de espacio que el de baja calidad.

De donde viene el carbón, cómo se forma

El carbón se origina por la descomposición de vegetales terrestres que se acumulan en zonas pantanosas, lagunares o marinas, de poca profundidad.

Los restos vegetales se van acumulando en el fondo de una cuenca. Quedan cubiertos de agua y, por lo tanto, protegidos del aire, que los degradaría.

Comienza una lenta transformación por la acción de bacterias anaerobias, un tipo de microorganismos que no necesitan oxígeno para vivir. Con el tiempo se produce un progresivo enriquecimiento en carbono.

Posteriormente pueden cubrirse con depósitos arcillosos, lo que contribuirá al mantenimiento del ambiente anaerobio, adecuado para que continúe el proceso de carbonización.

Se estima que una capa de carbón de un metro de espesor proviene de la transformación por diferentes procesos durante la diagénesis de más de diez metros de limos carbonosos.

En las cuencas carboníferas las capas de carbón están intercaladas con otras capas de rocas sedimentarias como areniscas, arcillas, conglomerados y, en algunos casos, rocas metamórficas como esquistos y pizarras. Esto se debe a la forma y el lugar donde se genera el carbón.

Si por ejemplo un gran bosque está situado cerca del litoral y el mar invade la costa, el bosque queda progresivamente sumergido por una transgresión marina, por descenso del continente o por una subida del nivel del mar, y los restos vegetales se acumulan entre los sedimentos de la plataforma litoral.

Si continúa el descenso del continente o la subida del nivel del mar, el bosque queda totalmente inundado. Las zonas emergidas cercanas comienzan a erosionarse y los productos resultantes, arenas y arcillas, cubren los restos de los vegetales que se van transformando en carbón.

Si se retira el mar, puede desarrollarse un nuevo bosque y comenzar otra vez el ciclo.

En las cuencas hulleras se conservan tanto en el carbón como en las rocas intercaladas restos y marcas de vegetales terrestres que pertenecen a especies actualmente desaparecidas.

El tamaño de las plantas y la exuberancia de la vegetación permiten deducir que el clima en el que se originó el carbón era probablemente clima tropical.

Clasificación del carbón

Existen numerosas variedades de carbón, las cuales se pueden clasificar según características como:

Humedad
Porcentaje en materias minerales no combustibles (cenizas)
El poder calorífico
Inflamabilidad, en conexión con el porcentaje de elementos volátiles.

El análisis elemental es un ensayo químico que proporciona la fracción másica de cada uno de los cinco elementos que componen principalmente todos los tipos de carbón: carbono (C), nitrógeno (N), oxígeno (O), hidrógeno (H), azufre (S).

La mayoría de los países productores de carbón tienen su propia clasificación de tipos de carbón, sin embargo para el comercio internacional es la clasificación americana (ASTM) la más utilizada.

El carbón suministra el 25 % de la energía primaria consumida en el mundo, solo por detrás del petróleo. Además es de las primeras fuentes de energía eléctrica, con 40 % de la producción mundial (datos de 2006).

Usos y aplicaciones del carbón

Las aplicaciones principales del carbón son:

Generación de energía eléctrica. Las centrales térmicas de carbón pulverizado constituyen la principal fuente mundial de energía eléctrica. En los últimos años se han desarrollado otros tipos de centrales que tratan de aumentar el rendimiento y reducir las emisiones contaminantes, entre ellas las centrales de lecho fluido a presión. Otra tecnología en auge es la de los ciclos combinados que utilizan como combustible gas de síntesis obtenido mediante la gasificación del carbón.
Coque. El coque es el producto de la pirólisis del carbón en ausencia de aire. Es utilizado como combustible y reductor en distintas industrias, principalmente en los altos hornos (coque siderúrgico). Dos tercios del acero mundial se producen utilizando coque de carbón, consumiendo en ello 12 % de la producción mundial de carbón (cifras de 2003).
Siderurgia. Mezclando minerales de hierro con carbón se obtiene una aleación en la que el hierro se enriquece en carbono, obteniendo mayor resistencia y elasticidad. Dependiendo de la cantidad de carbono, se obtiene:
1. Hierro dulce: menos del 0,2 % de carbono.
2. Acero: entre 0,2 % y 1,2 % de carbono.
3. Fundición: más del 1,2 % de carbono.
Industrias varias. Se utiliza en las fábricas que necesitan mucha energía en sus procesos, como las fábricas de cemento y de ladrillos.
Uso doméstico. Históricamente el primer uso del carbón fue como combustible doméstico. Aún hoy sigue siendo usado para calefacción, principalmente en los países en vías de desarrollo, mientras que en los países desarrollados ha sido desplazados por otras fuentes más limpias de calor (gas natural, propano, butano, energía eléctrica) para rebajar el índice de contaminación.
Carboquímica. La carboquímica es practicada principalmente en África del Sur y China. Mediante el proceso de gasificación se obtiene del carbón un gas llamado gas de síntesis, compuesto principalmente de hidrógeno y monóxido de carbono. El gas de síntesis es una materia prima básica que puede transformarse en numerosos productos químicos de interés como, por ejemplo:
1. Amoníaco
2. Metanol
3. Gasolina y gasóleo de automoción a través del proceso Fischer-Tropsch (proceso químico para la producción de hidrocarburos líquidos a partir de gas de síntesis, CO y H₂).
Petróleo sintético. Mediante el proceso de licuefacción directa, el carbón puede ser transformado en un crudo similar al petróleo. La licuefacción directa fue practicada ampliamente en Alemania durante la Segunda Guerra Mundial pero en la actualidad no existe ninguna planta de escala industrial en el mundo.

Estas dos últimas aplicaciones antiguas son muy contaminantes y requieren mucha energía, desperdiciando así un tercio del balance energético global. Debido a la crisis del petróleo se ha vuelto a producir de manera similar la creación de petróleo sintético y en la República Popular China el proceso de carboquímica.