Estufas de leña: tipos y características


Estufas de leña: tipos y características

Comprar estufas de leña


¿Cómo elegir la mejor estufa de leña para tu hogar?

Una de las principales características de las estufas de leña es que utilizan una fuente de energía renovable como es la madera, siempre que su obtención se haga bajo unas condiciones sostenibles de tala y replantación.

Su funcionamiento es relativamente sencillo: el calor se obtiene mediante la quema o combustión de leños de madera en el hogar de la estufa que, según su diseño y el material del que esté fabricada, puede emitir calor por radiación o por convección.

Su instalación apenas requiere de grandes obras, aunque sí es necesaria la colocación de una salida de humos vertical al tejado o cubierta, tal y como indica el RITE.

Resultan idóneas para calentar estancias abiertas de entre 25 y 100 m² como apartamentos o lofts o también como complemento a un sistema de calefacción en zonas más frías de la vivienda (un sótano, una buhardilla…).

También debemos tener en cuenta que hay que dejar una distancia de seguridad de al menos 1 metro entre las estufas y los muebles y cortinas. Si la pared es inflamable (madera, pladur) conviene dejar también cierta distancia o añadir una placa protectora. Sobre todo, si instalamos una chimenea de hierro fundido, ya que este material emite un calor radiante muy potente.

Las estufas de leña pueden estar fabricadas con acero o con hierro fundido.

Las Estufas de leña pueden ser tanto el punto de calentamiento central de la casa como tener una función complementaria. De diferentes tipos y materiales, con formas y diseños variados, con potencias y rendimientos diferente existen estufas de leña para todos los gustos y bolsillos.


Tipos de estufas de leña

Estufas de leña de hierro fundido

Según el material del que estén fabricadas, las estufas de leña pueden ser de acero o de hierro fundido. Las estufas de leña de hierro fundido resultan más robustas, duran más años en perfecto estado por su alta resistencia al calor. El hierro fundido es un material con una inercia muy alta por lo que tardan más en calentarse, pero una vez calientes, el calor perdura mucho tiempo una vez apagada la estufa. Emiten un calor directo, radiante y constante y por ello se recomienda dejar una mayor distancia de seguridad entre muebles, cortinas y por supuesto, personas. Por eso, resultan una buena opción para insertar en el hueco de antiguas chimeneas en casas de campo.

Además, las estufas de hierro fundido destacan por su estética rústica lo que las convierte en objetos decorativos por derecho propio.

Comprar una estufa de leña de hierro fundido implica ahorrar en calefacción de forma considerable.

Estas estufas de leña permiten calentar las estancias de forma más eficiente y rápida. Son ideales para olvidarse del frío durante el invierno, sobre todo cuando los termómetros marcan las temperaturas más bajas.

Existen dos tipos de estufas de leña, la de hierro fundido y las de acero.

Las estufas de hierro fundido son mucho más robustas que las de acero, por lo que durarán muchos más años y en un estado casi nuevo, gracias a la resistencia tan alta al calor.

El hierro fundido presenta una inercia muy alta al calor, por lo que es seguridad de ahorro y confort para muchos inviernos.

La capacidad de este material es la de calentarse mucho y, una vez estén calientes, permiten guardar el calor por mucho más tiempo, aunque la estufa ya se haya apagado. Es un calor directo, radiante y que se emite de forma constante y eficaz.

Como medida de seguridad, es recomendable instalar una estufa de leña de hierro fundido lejos de objetos como muebles y cortinas, ya que  podría provocarse un incendio.

Las estufas de leña de hierro fundido son perfectas para aprovechar el hueco de una antigua chimenea de leña o cualquier otro tipo de estufa. Los diseños son tradicionales, por los que el toque decorativo será bastante hogareño.

El hierro fundido es un material robusto, pero con mucho peso y difícil de instalar. Dispone de excelente inercia térmica (conservación del calor) y propagación homogénea del calor que permiten obtener un buen ahorro de combustible.

el hierro fundido se ha utilizado para la fabricación de estufas de leña mucho antes que el acero. Es capaz de soportar temperaturas más altas que el acero y es también un mejor conductor de calor. Cuando una parte de la estufa se calienta.  El calor se transfiere al resto de la estufa, lo que permite un calentamiento relativamente uniforme.

Estufas de fundición y material refractario

Fabricadas enteramente en hierro fundido, son ambas estufas muy resistentes y duraderas. Tardan más en caldear la estancia pero la mantienen cálida durante más tiempo. Su material permite una gran variedad de formas y diseños. La carga puede ser frontal o lateral. Hay que dejar 30-40 cm entre la estufa y cualquier elemento combustible como paredes, cortinas o alfombras. Si fuese necesario, se puede recurrir al aislamiento térmico de los muros y del suelo, si este es de madera. Las principales características que comparten son:

  • Eficiencia calorífica: entre el 70 y el 80% del calor generado.
  • Instalación: no necesitan obras, solamente conexión a la salida e humos.
  • Estructura: fabricadas en hierro fundido, lo que las hace más robustas y duraderas.
  • Funcionamiento: con leña o briquetas.
  • Superficie: recomendadas para calentar estancias de 25 a 90 m2. Las estufas de acero y fundición pueden alcanzar a calentar 120 m2, por lo que son ideales para hogares amplios y lofts.
  • Ventajas: gran variedad de diseños.

Estufas de leña de acero

Las estufas de acero tienen una estructura más ligera por lo que su inercia es menor. Esto significa que se calientan más rápidamente pero también se enfrían antes al apagarse. Este tipo de estufas suelen tener un material refractario en el interior del hogar para amplificar su capacidad calorífica y su inercia (como la vermiculita o la cerámica).

También existen estufas de acero de doble combustión que optimizan su rendimiento y reducen las emisiones al utilizar también el calor de los gases generados en una segunda combustión que se realiza en una segunda cámara por lo que consigue rendimientos de hasta el 80%.

Recordamos que generalmente las estufas de leña consiguen unos rendimientos del 70%. A mayor rendimiento, menor consumo energético generaremos.

Las estufas de acero generalmente emiten calor por convección, es decir, calientan el aire y lo distribuyen por la estancia, aunque también emiten cierta radiación desde el cristal del hogar.

Son más económicas y ligeras que las de hierro fundido y calientan la estancia más rápidamente, aunque el calor de las de fundición permanece por más tiempo. Las de doble combustión optimizan el rendimiento y reducen las emisiones, ya que tras quemar la leña, las partículas y gases quemados generados se someten a una segunda combustión.

Estas estufas tienen las siguientes características:

  • Eficiencia calorífica: Entre el 70 y el 80% del calor generado.
  • Instalación: no necesita obras, solamente conexión a la salida de humos.
  • Estructura: pueden ser de acero, o de acero con material refractario. Éstos son capaces de soportar altas temperaturas. De ahí que puedan alcanzar temperaturas más elevadas y conseguir una emisión mayor de calor.
  • Funcionamiento: con leña o briquetas.
  • Superficie: recomendadas para calentar estancias de 25 a 90 m2.
  • Ventajas: gran variedad de diseños.

Las estufas de leña son una solución de calor económica y decorativa indicada para espacios de más de 25 m². La vivienda ha de tener preinstalación de conductos de evacuación y salida de humos. Una vez comprobada esta condición hay que tener en cuenta los m2 de la habitación donde se instalará y su ventilación.

El acero es más ligero que el hierro fundido y por tanto el insert de acero es más fácil de instalar. Es más barato y alcanza rápidamente la temperatura, sin embargo, es menos eficiente en cuanto a la restitución del calor que el hierro fundido.

No es infrecuente la mezcla de estos dos materiales para conseguir al mismo tiempo eficacia y diseño.

La chapa de acero también está hecha de hierro, pero debido a un proceso de fabricación tiene diferentes propiedades. Si bien puede calentarse más rápido que el hierro fundido, el acero de la placa también se enfría más rápido y no mantiene el calor tampoco. El calor que irradia no es tan uniforme y puede venir en olas calientes. En el lado de arriba, las estufas de acero no son tan costosas como el hierro fundido y pueden calentar el espacio bastante rápido.

Las modernas estufas de leña se especificaron a finales de 1980. Para esa fecha las regulaciones finalmente establecieron las regulaciones para las emisiones para quemar madera. Hoy en día, las estufas de leña certificadas producen sólo 2-7 gramos de humo por hora.  En comparación con 15-30 gramos en estufas no certificadas. A diferencia de las antiguas estufas de Franklin y las estufas de hoy en día. Las modernas estufas de leña herméticas permiten controlar la velocidad de combustión. Esto asegura una combustión casi completa que son mucho más seguras de usar.

Estufas de leña por convección

Las estufas de leña de acero emiten calor por convección.

Su funcionamiento es simple: el aire frío entra por la parte inferior de la estufa, se calienta entre ambas paredes de la estufa y posteriormente, sale caliente por la parte superior del aparato y se distribuye en capas de calor por la estancia.

Al realizarse dentro de la estufa el intercambio térmico con el aire frío que entra, las paredes de las estufas no queman al tacto, por lo que resultan más seguras.

Estufas de leña por radiación

Las estufas de leña por radiación, como son las estufas de leña de hierro fundido, calientan los objetos presentes en la estancia de forma directa y con una mayor rapidez.

Este tipo de estufas desprenden mucho calor directo, por lo que pueden quemar al tocarlas. En este caso, debemos tener mucha precaución con niños o animales de compañía que vivan en la casa.

Lo ideal es una estufa de leña que combine convección con radiación, ya que así tendremos un calor más uniforme en toda la estancia.

La estufa de leña de radiación es voluminosa, y tiene gran autonomía (hasta 20h después de la carga), pero al ser más grande, consume más. Está diseñada con materiales refractarios para una mejor conservación y propagación del calor. Este tipo de estufa admite leños largos (50 cm) y goza de gran rendimiento. La estufa de leña de radiación desprende mucho calor.

La estufa de leña de radiación o con acumulación de calor es una verdadera inversión.

Imponente y con mucho peso, la estufa de leña de radiación acumula el calor y lo libera después lentamente gracias a los materiales de fabricación (cerámica, roca volcánica o ladrillo refractario).

Estos materiales disponen de una fuerte inercia térmica que permite almacenar la energía y de restituirla después mediante radiación. Con un fuego de 2 a 3 horas basta para calentar tu casa durante 8 a 20 horas, según la estufa de leña. Mientras calienta, el hogar de la estufa con acumulación puede alcanzar hasta 1000°C.

Inconvenientes de las estufas de leña de radiación: el peso y volumen, que alcanzan fácilmente 1000kg, es decir, 1 tonelada (T) para 1.6 m3.

Con una estructura que puede ser de fundición o de acero, calientan con rapidez las estancias en las que son colocadas. Para su instalación no es necesario realizar ninguna obra, con una conexión a la salida de humos es suficiente.

Hogar de leña

Se instalan en revestimientos nuevos o ya existentes, disponen de una cámara de hierro fundido o vermiculita y ayudan a optimizar hasta en un 50% el calor que origina el fuego. Calientan exclusivamente la habitación en la que son instaladas.

Insertables de leña

Al igual que los hogares, se instalan en el hueco de la chimenea, pero además ofrece una distribución del aire caliente a varias estancias de la casa gracias a sus conductos y ventiladores. Dispone de sistema de cristal limpio, interruptor de seguridad, una cámara interior de hierro fundido y otra exterior de acero.

Estufa de leña básica

Es la ideal cuando lo que queremos es calentar una estancia concreta o complementar nuestro sistema de calefacción principal. Estas estufas tiene una autonomía limitada de 6 horas aproximadamente, y suelen estar fabricadas de hierro fundido o de acero. Más adelante nos detendremos en los materiales.

Estufas de leña con horno

Una opción integradora que aúna dos funciones. Ideales para ubicar en cocinas. Es la mejor forma de aprovechar el calor que da la leña para cocinar al mismo tiempo. Como el resto de estufas, van con su construcción de ladrillo refractario. Si te haces con una de estas estufas, te recomendamos que eches un vistazo a las que hay en el mercado con depósito para los troncos y con calienta platos.

Además de calentar la estancia, este tipo de estufas permiten también cocinar alimento. Para ello, disponen de un compartimento en su parte superior que hace las veces de horno con parrilla.

Las estufas de leña con horno son uno de los tipos de estufa más funcionales del mercado, además de una apuesta segura.

Son perfectas para calentar el hogar y permiten cocinar en el horno incorporado. Esto indica que son una fuente de calor bastante grande, lo suficiente como para calentar una estancia y cocinar una receta de comida en su interior.

Su instalación no es muy complicada, es similar a la de una estufa de leña tradicional. Necesita salida de humos y son perfectas para cualquier ambiente.

Este diseño y tipo de estufa es posible gracias a los elementos que debes tener en cuenta a la hora de comprar una estufa de leña de horno.

  • La estufa de leña calienta la vivienda de manera uniforme y prolongada
  • La leña es un combustible económico y tiene bajas emisiones de CO2.
  • El horno está aislado de la cámara de combustión de la estufa, pero el calor que emite la estufa ayuda a calentar el horno y cocinar de forma cómoda y rápida.

Las estufas de leña con horno destacan por aportar un toque de elegancia y distinción y se adaptan a casi cualquier vivienda con cualquier tipo de decoración.

Además, las estufas de leña con horno permiten ahorrar en calefacción, ya que el calor residual continúa calentando el hogar y emitiendo energía calorífica para terminar de cocinar.

Estufas de leña turbo

Este tipo de estufa es el indicado cuando queremos que sea la estufa de leña nuestro sistema de calefacción principal.

Las primeras, las turbo, alcanzan rápidamente la temperatura. Su rendimiento es bueno y realizan una combustión que permite reducir los depósitos de hollín. De este tipo de estufas hay de varios estilos en el mercado, desde las más minimalistas a las más rústicas y clásicas.

La estufa Turbo es económica y alcanza rápidamente temperatura porque cuenta con un segundo sistema de aire ajustable (los gases se queman a media altura). Las estufas Turbo tienen buen rendimiento y su calidad está certificada. La combustión permite disminuir los depósitos de hollín. Está disponible en varios materiales, tanto rústicos como contemporáneos.

Estufas de leña de doble combustión

Este tipo de estufa de leña es el indicado cuando queremos que sea la estufa nuestro sistema de calefacción principal.

Las estufas de doble combustión o postcombustión se diferencian de las turbo en que son más económicas por quemar los gases de la primera combustión en una segunda cámara. Por esta razón también está considerada como una estufa ecológica y de alta eficiencia, su rendimiento es del 80%.

La estufa de doble combustión es la más económica por una buena razón, ¡quema los gases de la primera combustión en una segunda cámara! Es ecológica y eficiente por definición y cuenta con un rendimiento del 80%. Cuantos más gases quema, menor es la contaminación. Además cuenta con la prestigiosa certificación francesa «Flamme Verte», que es un referente en el mercado. La estufa de doble combustión se llama también estufa de postcombustión.

Estufas de leña de inercia: estufas Rocket o estufas de masa

Son las estufas de leña menos habituales, pero son muy interesantes porque recuperan un tipo de sistema de calefacción milenario. Ya los romanos utilizaban este sistema en sus baños públicos. Y aunque en países asiáticos utilizan este sistema desde hace siglos, en Europa es relativamente nuevo. En la última treintena se han reformulado alcanzando rendimientos espectaculares.

En esencia se trata de una construcción densa de tierra o mampostería que almacena el calor producido por la quema de leña en poco tiempo a alta temperatura.

Esta masa de mampostería, actualmente está tan integrada en la morfología de la casa, que además de aportar funcionalidad, crean una estética singular y muy acogedora.

Estas instalaciones, necesitan fuegos cortos de unas 2 a 4 horas, pero muy calientes, alrededor de unos 1000ºC. El calor de los gases es aprovechado haciéndolo circular por el cuerpo de la estufa. De esta forma, recupera el 80% del calor creado durante la combustión. Cuando el humo sale por el conducto, su temperatura no supera los 100ºC. Su eficiencia es tal que con 2-4 horas de fuego al día, puedes tener la casa caldeada a lo largo de un período de 12 a 24 horas.

Este concepto revisado, ha generado el surgimiento de empresas que además de estar especializadas en la construcción de estas instalaciones, ofrecen cursos de formación para aprender a fabricarse uno la suya propia, como es caso de Estufas Rocket en Madrid.

Estufas de leña catalíticas

Las estufas de leña catalíticas tienen un catalizador en forma de nido de abeja que, cuando el humo pasa a través de él, le permite coger fuego a una temperatura más baja que de costumbre. Este proceso tiene dos beneficios principales. En primer lugar, el humo en el convertidor catalítico se quema mientras todavía está dentro de la estufa, lo que produce menos emisiones. En segundo lugar, como el humo está ardiendo dentro del catalizador, este se pone tan caliente y irradia tanto calor. De tal modo que no hay necesidad de mantener una gran llama. De hecho, incluso después de que usted apague  el fuego, su estufa se mantendrá generando calor por un rato mientras que el humo se mantiene quemándose en el catalizador.

Estufas de leña no catalíticas

Las estufas de leña que no tienen un catalizador utilizan inyección de aire precalentado para encender el humo y el creosota para una combustión casi completa. Este método reduce las emisiones para cumplir con los estándares.

Estufas de leña pequeñas

Las estufas de leña pequeñas son perfectas para estancias pequeñas o con poco espacio para albergar una estufa de leña tradicional. Consumen lo justo y necesario, por lo que son perfectas para ahorrar en calefacción.

El rendimiento de las estufas pequeñas de leña sigue siendo igual de una estufa de leña más grande o de tamaño estándar. Calientan de la misma forma y aportan la misma sensación de calidez y confort tan característica.

La gran variedad de tamaños hace que las estufas de leña se puedan adaptar en cualquier esquina, comedores pequeños o estudios.

Cuando llega el invierno, todas las casas necesitan un sistema de calefacción eficiente que, además, sea barato. También existen las estufas de leña pequeñas que contienen un horno en su interior para poder cocinar.

Esto amplia las posibilidades de uso de las estufas de leña pequeñas. Son perfectas para acampar al aire libre. Aportan el calor que se necesita en las noches frías y permite cocinar en el campo.

La madera continúa siendo el combustible principal de las estufas de leña, por lo que podrás encontrarlo al aire libre o puedes comprar leña a un precio de lo más asequible para tener en casa.

Estufas de leña grandes

Las estufas de leña grandes son las que más abundan en el mercado. En ellas, podemos agrupar casi todos los tipos de estufa. Muchas son de tamaños bastante grandes y ocupan algo de espacio.

Estas estufas están pensadas para ser las grandes protagonistas en la estancia o en el hogar. Esto se debe a su gran volumen y tamaño.

El hecho de comprar estufas de leña grandes, o de tamaños bastante considerables, implica tener un gran poder calorífico en el interior del hogar para combatir el frío durante el invierno.

Cuánto más grande sea la estufa de leña, más capacidad tendrá para alberga su combustible, la leña. Por eso, es importante contar con un espacio destinado al almacenamiento.

Cuanto mayor sea la cámara de combustión, mayor será la capacidad de emitir calor al exterior, aunque también dependerá del tiro de la chimenea de leña.

Para estancias cuya superficie sea bastante amplia, las estufas de leña grande son las más recomendadas.

Estufas de leña redondas

Las estufas de leña redondas son perfectas para usar en exterior, al igual que las estufas de leña pequeñas. Son muy versátiles y fáciles de transportar.

Estufas de leña rinconera o esquinera

Las estufas de leña esquineras son perfectas para ahorrar espacios. Se sitúan en una de las esquinas de la estancia, con su correspondiente salida de humos.

Son perfectas para pequeñas estancias en las que el espacio se debe aprovechar al máximo, guardando siempre las distancias de seguridad con muebles, objetos o personas.

Estufas de leña con ventilador

El ventilador de estufas de leña se encarga de emitir el calor hacia el exterior. A veces, debido al uso, es necesario cambiar piezas como estas.

Estufas antiguas de leña

Las estufas antiguas de leña antigua son más útiles de lo que podemos imaginar.

Tiempo e ideas es lo único que se necesita para sacarle el máximo partido restaurando y ubicando la nueva estufa antigua de leña restaurada.

Estufas de leña baratas

Las estufas de leña suponen una inversión inicial importante. Los materiales son robustos, de gran calidad y permiten soportar altas temperaturas.

Dentro de los distintos tipos de estufas, sí existen modelos de estufas de leñas baratas y económicas, que permiten mantener lleno el bolsillo.

Por eso, es importante reconocer el tipo de características que tiene cada tipo de estufa y acertar con el que mejor se adapte a las necesidades de cada hogar.

Estufas de leña de segunda mano

Es una de las opciones en alza. El mercado de la segunda mano se ha extendido a otros sectores como al de las instalaciones de calefacción. Si nuestro presupuesto es limitado, existe una amplia oferta de estufas de segunda mano. Si nos decidimos por esta opción deberemos prestar mucha atención, a los años de uso de la estufa así como el mantenimiento que haya tenido durante su uso, ya que acciones como el deshollinado y la limpieza son claves a la hora de hacernos un aparato ya usado.

¿Merece la pena comprar estufas de leña de segunda mano? Es raro, pero puede darse la oportunidad de encontrar una estufa de leña usada a buen precio.

No es lo habitual, pero no por ello es inadecuado. Desde Nasert, recomendamos comprar estufas de leña nuevas, en vez de estufas de leña de segunda mano por varias razones.

  • Son nuevas, cuentan con garantía y servicio técnico. Una estufa de leña de segunda mano no traerá garantía, servicio técnico ni instrucciones de ningún tipo
  • Vienen en buen estado. Las estufas de leña de segunda mano desconoces cuáles son las condiciones concretas en las que se te entregan.

Materiales de las estufas de leña

Dependiendo del interior o interior de la estufa, se utilizan unos materiales u otros.

El interior de la estufa, también llamado hogar, que es donde se queman los leños, puede ser de ladrillos refractarios o de hierro fundido.

Los ladrillos refractarios suelen ser de vermiculita, que pesan poco y son aislantes o de chamota, que da menor aislamiento, pesan más pero son resistentes a los golpes.

Por otro lado está el hierro fundido, que es el que mejor características tiene, por un lado su buena inercia y por otro su aislamiento y eficacia.


Pros

  • Las estufas de leña son instalaciones energía renovable y mucho más ecológica.
  • El calor que difunden es denso y agradable.
  • Dan un toque acogedor a la estancia, integrándose perfectamente con la decoración.

Contras

  • Mantenimiento frecuente.
  • Almacenar la leña, aunque siempre puedes buscar un vendedor que te la lleve a casa sin pedidos mínimos.
  • Necesidad de garantizar la seguridad de cara a los más pequeños.

¿Cuántos metros cuadrados calienta una estufa de leña?

Una estufa de leña puede calentar entre 25 y 120 m2 (aprox.) dependiendo siempre de la potencia de la propia estufa, pero también de otros factores fundamentales de la vivienda, como su aislamiento, la zona climática en la que se encuentre, ventanales que tenga, etc.

Existen también modelos de estufas de leña que calientan radiadores de agua. Son las llamadas hidroestufas o termoestufas.

Las hidroestufas funcionan calentando un depósito de agua que se instala en la parte de atrás de la estufa de leña. El fuego generado va calentando ese depósito y cuando llega a determinada temperatura programada en un termostato, enciende una bomba de circulación de alta eficiencia que bombea el agua caliente por toda la instalación hidráulica de radiadores. A este sistema se le puede añadir un acumulador de agua caliente para su almacenamiento y uso posterior de agua caliente sanitaria en duchas y grifos.

Al necesitar una gran potencia para calentar tanto la estancia como el depósito de agua caliente, las hidroestufas son normalmente estufas de hierro fundido.


¿Cómo encender una estufa de leña?

Encender una estufa de leña es una tarea muy sencilla. Lo primero, se recomienda aspirar o recoger los restos de ceniza del anterior encendido ayudándonos del cajón extraíble. Estas cenizas pueden reutilizarse para hacer compost o como abono para la tierra, por ejemplo.

Nos podemos ayudar de un producto que acelere la combustión (pastillas de encendido) que colocamos bajo los leños de madera más pequeños que podemos colocar en forma de pira triangular, de menor a mayor tamaño.

Es muy importante abrir los tiros de la chimenea al cerrar la puerta de la estufa de leña. Esto lo que hace es generar una corriente de aire de abajo a arriba que aviva el fuego, entrando el aire por las rejillas de abajo y sale por la chimenea.

Cuando el fuego ha prendido bien y se ha generado brasa, es el momento de ir añadiendo leños más grandes. En este momento podemos cerrar los tiros (el de chimenea nunca del todo) para que el fuego no se consuma tanto y dure más tiempo.


Mantenimiento de las estufas de leña

Una vez encendido el fuego y se haya calentado el cristal, es un buen momento para aprovechar y limpiarlo. Debemos limpiar la puerta de cristal habitualmente si queremos disfrutar de la agradable visión del fuego, ya que con el humo tiende a ennegrecerse. Si hacemos esta tarea con el fuego encendido, hay que usar siempre guantes protectores.

La limpieza del tubo de evacuación de humos (el deshollinado) se debe realizar, al menos, una vez al año al final de cada temporada. Existen productos químicos que al quemarlos en la misma estufa, ayudan a la limpieza de la chimenea.