Estufas de leña de acero


Estufas de leña de acero

Las estufas de acero tienen una estructura más ligera por lo que su inercia es menor. Esto significa que se calientan más rápidamente pero también se enfrían antes al apagarse. Este tipo de estufas suelen tener un material refractario en el interior del hogar para amplificar su capacidad calorífica y su inercia (como la vermiculita o la cerámica).

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También existen estufas de acero de doble combustión que optimizan su rendimiento y reducen las emisiones al utilizar también el calor de los gases generados en una segunda combustión que se realiza en una segunda cámara por lo que consigue rendimientos de hasta el 80%.

Recordamos que generalmente las estufas de leña consiguen unos rendimientos del 70%. A mayor rendimiento, menor consumo energético generaremos.

Las estufas de acero generalmente emiten calor por convección, es decir, calientan el aire y lo distribuyen por la estancia, aunque también emiten cierta radiación desde el cristal del hogar.

Son más económicas y ligeras que las de hierro fundido y calientan la estancia más rápidamente, aunque el calor de las de fundición permanece por más tiempo. Las de doble combustión optimizan el rendimiento y reducen las emisiones, ya que tras quemar la leña, las partículas y gases quemados generados se someten a una segunda combustión.

Estas estufas tienen las siguientes características:

  • Eficiencia calorífica: Entre el 70 y el 80% del calor generado.
  • Instalación: no necesita obras, solamente conexión a la salida de humos.
  • Estructura: pueden ser de acero, o de acero con material refractario. Éstos son capaces de soportar altas temperaturas. De ahí que puedan alcanzar temperaturas más elevadas y conseguir una emisión mayor de calor.
  • Funcionamiento: con leña o briquetas.
  • Superficie: recomendadas para calentar estancias de 25 a 90 m2.
  • Ventajas: gran variedad de diseños.

Las estufas de leña son una solución de calor económica y decorativa indicada para espacios de más de 25 m². La vivienda ha de tener preinstalación de conductos de evacuación y salida de humos. Una vez comprobada esta condición hay que tener en cuenta los m2 de la habitación donde se instalará y su ventilación.

El acero es más ligero que el hierro fundido y por tanto el insert de acero es más fácil de instalar. Es más barato y alcanza rápidamente la temperatura, sin embargo, es menos eficiente en cuanto a la restitución del calor que el hierro fundido.

No es infrecuente la mezcla de estos dos materiales para conseguir al mismo tiempo eficacia y diseño.

La chapa de acero también está hecha de hierro, pero debido a un proceso de fabricación tiene diferentes propiedades. Si bien puede calentarse más rápido que el hierro fundido, el acero de la placa también se enfría más rápido y no mantiene el calor tampoco. El calor que irradia no es tan uniforme y puede venir en olas calientes. En el lado de arriba, las estufas de acero no son tan costosas como el hierro fundido y pueden calentar el espacio bastante rápido.

Las modernas estufas de leña se especificaron a finales de 1980. Para esa fecha las regulaciones finalmente establecieron las regulaciones para las emisiones para quemar madera. Hoy en día, las estufas de leña certificadas producen sólo 2-7 gramos de humo por hora.  En comparación con 15-30 gramos en estufas no certificadas. A diferencia de las antiguas estufas de Franklin y las estufas de hoy en día. Las modernas estufas de leña herméticas permiten controlar la velocidad de combustión. Esto asegura una combustión casi completa que son mucho más seguras de usar.