Tipos de estufas de leña
Todos los tipos de estufas de leña:
- Estufas de leña de hierro fundido
- Estufas de fundición y material refractario
- Estufas de leña de acero
- Estufas de leña por convección
- Estufas de leña por radiación
- Hogar de leña
- Insertables de leña
- Estufa de leña básica
- Estufas de leña con horno
- Estufas de leña turbo
- Estufas de leña de doble combustión
- Estufas de leña de inercia: estufas Rocket o estufas de masa
- Estufas de leña catalíticas
- Estufas de leña pequeñas
- Estufas de leña grandes
- Estufas de leña redondas
- Estufas de leña rinconera o esquinera
- Estufas de leña con ventilador
- Estufas antiguas de leña
- Estufas de leña baratas
- Estufas de leña de segunda mano
Características de cada estufa de leña:
Estufas de leña de hierro fundido
Según el material del que estén fabricadas, las estufas de leña pueden ser de acero o de hierro fundido. Las estufas de leña de hierro fundido resultan más robustas, duran más años en perfecto estado por su alta resistencia al calor. El hierro fundido es un material con una inercia muy alta por lo que tardan más en calentarse, pero una vez calientes, el calor perdura mucho tiempo una vez apagada la estufa. Emiten un calor directo, radiante y constante y por ello se recomienda dejar una mayor distancia de seguridad entre muebles, cortinas y por supuesto, personas. Por eso, resultan una buena opción para insertar en el hueco de antiguas chimeneas en casas de campo.
Además, las estufas de hierro fundido destacan por su estética rústica lo que las convierte en objetos decorativos por derecho propio.
Comprar una estufa de leña de hierro fundido implica ahorrar en calefacción de forma considerable.
Estas estufas de leña permiten calentar las estancias de forma más eficiente y rápida. Son ideales para olvidarse del frío durante el invierno, sobre todo cuando los termómetros marcan las temperaturas más bajas.
Existen dos tipos de estufas de leña, la de hierro fundido y las de acero.
Las estufas de hierro fundido son mucho más robustas que las de acero, por lo que durarán muchos más años y en un estado casi nuevo, gracias a la resistencia tan alta al calor.
El hierro fundido presenta una inercia muy alta al calor, por lo que es seguridad de ahorro y confort para muchos inviernos.
La capacidad de este material es la de calentarse mucho y, una vez estén calientes, permiten guardar el calor por mucho más tiempo, aunque la estufa ya se haya apagado. Es un calor directo, radiante y que se emite de forma constante y eficaz.
Como medida de seguridad, es recomendable instalar una estufa de leña de hierro fundido lejos de objetos como muebles y cortinas, ya que podría provocarse un incendio.
Las estufas de leña de hierro fundido son perfectas para aprovechar el hueco de una antigua chimenea de leña o cualquier otro tipo de estufa. Los diseños son tradicionales, por los que el toque decorativo será bastante hogareño.
El hierro fundido es un material robusto, pero con mucho peso y difícil de instalar. Dispone de excelente inercia térmica (conservación del calor) y propagación homogénea del calor que permiten obtener un buen ahorro de combustible.
el hierro fundido se ha utilizado para la fabricación de estufas de leña mucho antes que el acero. Es capaz de soportar temperaturas más altas que el acero y es también un mejor conductor de calor. Cuando una parte de la estufa se calienta. El calor se transfiere al resto de la estufa, lo que permite un calentamiento relativamente uniforme.
Estufas de fundición y material refractario
Fabricadas enteramente en hierro fundido, son ambas estufas muy resistentes y duraderas. Tardan más en caldear la estancia pero la mantienen cálida durante más tiempo. Su material permite una gran variedad de formas y diseños. La carga puede ser frontal o lateral. Hay que dejar 30-40 cm entre la estufa y cualquier elemento combustible como paredes, cortinas o alfombras. Si fuese necesario, se puede recurrir al aislamiento térmico de los muros y del suelo, si este es de madera. Las principales características que comparten son:
- Eficiencia calorífica: entre el 70 y el 80% del calor generado.
- Instalación: no necesitan obras, solamente conexión a la salida e humos.
- Estructura: fabricadas en hierro fundido, lo que las hace más robustas y duraderas.
- Funcionamiento: con leña o briquetas.
- Superficie: recomendadas para calentar estancias de 25 a 90 m2. Las estufas de acero y fundición pueden alcanzar a calentar 120 m2, por lo que son ideales para hogares amplios y lofts.
- Ventajas: gran variedad de diseños.
Estufas de leña de acero
Las estufas de acero tienen una estructura más ligera por lo que su inercia es menor. Esto significa que se calientan más rápidamente pero también se enfrían antes al apagarse. Este tipo de estufas suelen tener un material refractario en el interior del hogar para amplificar su capacidad calorífica y su inercia (como la vermiculita o la cerámica).
También existen estufas de acero de doble combustión que optimizan su rendimiento y reducen las emisiones al utilizar también el calor de los gases generados en una segunda combustión que se realiza en una segunda cámara por lo que consigue rendimientos de hasta el 80%.
Recordamos que generalmente las estufas de leña consiguen unos rendimientos del 70%. A mayor rendimiento, menor consumo energético generaremos.
Las estufas de acero generalmente emiten calor por convección, es decir, calientan el aire y lo distribuyen por la estancia, aunque también emiten cierta radiación desde el cristal del hogar.
Son más económicas y ligeras que las de hierro fundido y calientan la estancia más rápidamente, aunque el calor de las de fundición permanece por más tiempo. Las de doble combustión optimizan el rendimiento y reducen las emisiones, ya que tras quemar la leña, las partículas y gases quemados generados se someten a una segunda combustión.
Estas estufas tienen las siguientes características:
- Eficiencia calorífica: Entre el 70 y el 80% del calor generado.
- Instalación: no necesita obras, solamente conexión a la salida de humos.
- Estructura: pueden ser de acero, o de acero con material refractario. Éstos son capaces de soportar altas temperaturas. De ahí que puedan alcanzar temperaturas más elevadas y conseguir una emisión mayor de calor.
- Funcionamiento: con leña o briquetas.
- Superficie: recomendadas para calentar estancias de 25 a 90 m2.
- Ventajas: gran variedad de diseños.
Las estufas de leña son una solución de calor económica y decorativa indicada para espacios de más de 25 m². La vivienda ha de tener preinstalación de conductos de evacuación y salida de humos. Una vez comprobada esta condición hay que tener en cuenta los m2 de la habitación donde se instalará y su ventilación.
El acero es más ligero que el hierro fundido y por tanto el insert de acero es más fácil de instalar. Es más barato y alcanza rápidamente la temperatura, sin embargo, es menos eficiente en cuanto a la restitución del calor que el hierro fundido.
No es infrecuente la mezcla de estos dos materiales para conseguir al mismo tiempo eficacia y diseño.
La chapa de acero también está hecha de hierro, pero debido a un proceso de fabricación tiene diferentes propiedades. Si bien puede calentarse más rápido que el hierro fundido, el acero de la placa también se enfría más rápido y no mantiene el calor tampoco. El calor que irradia no es tan uniforme y puede venir en olas calientes. En el lado de arriba, las estufas de acero no son tan costosas como el hierro fundido y pueden calentar el espacio bastante rápido.
Las modernas estufas de leña se especificaron a finales de 1980. Para esa fecha las regulaciones finalmente establecieron las regulaciones para las emisiones para quemar madera. Hoy en día, las estufas de leña certificadas producen sólo 2-7 gramos de humo por hora. En comparación con 15-30 gramos en estufas no certificadas. A diferencia de las antiguas estufas de Franklin y las estufas de hoy en día. Las modernas estufas de leña herméticas permiten controlar la velocidad de combustión. Esto asegura una combustión casi completa que son mucho más seguras de usar.
Estufas de leña por convección
Las estufas de leña de acero emiten calor por convección.
Su funcionamiento es simple: el aire frío entra por la parte inferior de la estufa, se calienta entre ambas paredes de la estufa y posteriormente, sale caliente por la parte superior del aparato y se distribuye en capas de calor por la estancia.
Al realizarse dentro de la estufa el intercambio térmico con el aire frío que entra, las paredes de las estufas no queman al tacto, por lo que resultan más seguras.
Estufas de leña por radiación
Las estufas de leña por radiación, como son las estufas de leña de hierro fundido, calientan los objetos presentes en la estancia de forma directa y con una mayor rapidez.
Este tipo de estufas desprenden mucho calor directo, por lo que pueden quemar al tocarlas. En este caso, debemos tener mucha precaución con niños o animales de compañía que vivan en la casa.
Lo ideal es una estufa de leña que combine convección con radiación, ya que así tendremos un calor más uniforme en toda la estancia.
La estufa de leña de radiación es voluminosa, y tiene gran autonomía (hasta 20h después de la carga), pero al ser más grande, consume más. Está diseñada con materiales refractarios para una mejor conservación y propagación del calor. Este tipo de estufa admite leños largos (50 cm) y goza de gran rendimiento. La estufa de leña de radiación desprende mucho calor.
La estufa de leña de radiación o con acumulación de calor es una verdadera inversión.
Imponente y con mucho peso, la estufa de leña de radiación acumula el calor y lo libera después lentamente gracias a los materiales de fabricación (cerámica, roca volcánica o ladrillo refractario).
Estos materiales disponen de una fuerte inercia térmica que permite almacenar la energía y de restituirla después mediante radiación. Con un fuego de 2 a 3 horas basta para calentar tu casa durante 8 a 20 horas, según la estufa de leña. Mientras calienta, el hogar de la estufa con acumulación puede alcanzar hasta 1000°C.
Inconvenientes de las estufas de leña de radiación: el peso y volumen, que alcanzan fácilmente 1000kg, es decir, 1 tonelada (T) para 1.6 m3.
Con una estructura que puede ser de fundición o de acero, calientan con rapidez las estancias en las que son colocadas. Para su instalación no es necesario realizar ninguna obra, con una conexión a la salida de humos es suficiente.
Hogar de leña
Se instalan en revestimientos nuevos o ya existentes, disponen de una cámara de hierro fundido o vermiculita y ayudan a optimizar hasta en un 50% el calor que origina el fuego. Calientan exclusivamente la habitación en la que son instaladas.
Insertables de leña
Al igual que los hogares, se instalan en el hueco de la chimenea, pero además ofrece una distribución del aire caliente a varias estancias de la casa gracias a sus conductos y ventiladores. Dispone de sistema de cristal limpio, interruptor de seguridad, una cámara interior de hierro fundido y otra exterior de acero.