Estufas de leña por radiación


Estufas de leña por radiación

Las estufas de leña por radiación, como son las estufas de leña de hierro fundido, calientan los objetos presentes en la estancia de forma directa y con una mayor rapidez.

Este tipo de estufas desprenden mucho calor directo, por lo que pueden quemar al tocarlas. En este caso, debemos tener mucha precaución con niños o animales de compañía que vivan en la casa.

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Lo ideal es una estufa de leña que combine convección con radiación, ya que así tendremos un calor más uniforme en toda la estancia.

La estufa de leña de radiación es voluminosa, y tiene gran autonomía (hasta 20h después de la carga), pero al ser más grande, consume más. Está diseñada con materiales refractarios para una mejor conservación y propagación del calor. Este tipo de estufa admite leños largos (50 cm) y goza de gran rendimiento. La estufa de leña de radiación desprende mucho calor.

La estufa de leña de radiación o con acumulación de calor es una verdadera inversión.

Imponente y con mucho peso, la estufa de leña de radiación acumula el calor y lo libera después lentamente gracias a los materiales de fabricación (cerámica, roca volcánica o ladrillo refractario).

Estos materiales disponen de una fuerte inercia térmica que permite almacenar la energía y de restituirla después mediante radiación. Con un fuego de 2 a 3 horas basta para calentar tu casa durante 8 a 20 horas, según la estufa de leña. Mientras calienta, el hogar de la estufa con acumulación puede alcanzar hasta 1000°C.

Inconvenientes de las estufas de leña de radiación: el peso y volumen, que alcanzan fácilmente 1000kg, es decir, 1 tonelada (T) para 1.6 m3.

Con una estructura que puede ser de fundición o de acero, calientan con rapidez las estancias en las que son colocadas. Para su instalación no es necesario realizar ninguna obra, con una conexión a la salida de humos es suficiente.