Carbón mineral


Carbón mineral

El carbón mineral se usa como fuente energética, siendo una de las tres más utilizadas en el mundo.

El carbón mineral surge tras el proceso de carbonificación de algunos materiales orgánicos presentes en la corteza terrestre.

Se trata de un combustible fósil en forma de rocas de color negro y su extracción se realiza a través de los yacimientos mineros. Es, por tanto, un tipo de combustible no renovable. Se utiliza mucho para la calefacción.

La carbonificación de algunos de los materiales orgánicos que se encuentran en la corteza terrestre, da lugar a la aparición del carbón mineral, un combustible fósil que se muestra en forma de rocas de color negro que se extrae de los yacimientos mineros en los que se encuentra.

Existen diferentes tipos de carbón mineral en función del grado de carbonificación que haya alcanzado la materia que lo originó.

El carbón mineral se extrae de las minas y depósitos subterráneos a gran profundidad. Al contrario que el vegetal, este se origina de manera natural tras millones de años en los que las especies vegetales han quedado sumergidas en pantanos, acumulando así una gran cantidad de carbono al mismo tiempo que se descomponían.

A lo largo de todo el tiempo en el subsuelo, el carbón mineral ha ido conservando una gran cantidad de carbono, lo que lo convierte en un combustible perfecto para estufas y fraguas. Con un alto poder energético, este carbón supone una opción perfecta para conseguir una buena temperatura del hogar.