Higiene y salud de la hamburguesa


Higiene y salud de la hamburguesa

La hamburguesa común, preparada con carne picada o molida, presenta el riesgo de estar frecuentemente contaminada con bacterias como la Escherichia coli causante del síndrome urémico hemolítico; esta dolencia puede afectar a los adultos pero es particularmente grave (hasta mortal) en los niños, la gente inmunodeprimida y en ancianos. Ante esto se aconseja la cocción más completa posible de las hamburguesas (la bacteria S c se destruye cuando se superan los 70 °C durante unos 5 minutos), en otras palabras: no deben quedar zonas crudas o rosadas en el interior de la hamburguesa; más aún, se desaconseja dar de comer hamburguesas a los niños pequeños. Sin embargo, el exceso de cocción asimismo presenta otro problema para la salud ya que el consumo frecuente de carne con partes quemadas también es nocivo.

Algunas personas sustituyen la carne de ternera o res por carne de pollo (elaborada bajo el mismo procedimiento) ya que alegan que esta última tiene menos riesgos (no tiende a albergar la Escherichia coli) además de que es de fácil digestión. Sin embargo, es bueno aclarar que la carne de pollo sí puede albergar otra peligrosa bacteria: la Salmonella. Cabe pensar que en muchos casos la carne picada se ve sometida a procesos oxidativos que modifican su sabor haciendo que se ponga más rancia, para evitar esto la industria de alimentación suele incluir antioxidantes en más o menos cantidad.

Según la OMS, la hamburguesa (así como otras formas de carne procesada como la salchichas y embutidos), aumenta el riesgo de sufrir cáncer. En efecto, la OMS considera que este tipo de alimento es “carcinógeno para los humanos”.