Ventajas de los discos SSD


Ventajas de los discos SSD

Los discos SSD carecen de partes móviles en su interior. Ello se traduce en un funcionamiento completamente silencioso y un menor consumo energético al mismo tiempo que se genera menos calor.

Sin embargo la diferencia más importante y la que he convertido a los SSD en los dispositivos más populares es sin duda el rendimiento. La ausencia de partes mecánicas convierte a los SSD en unidades mucho más rápidas que los HDD, haciendo que Windows pueda iniciar en menos de 10 segundos y que los programas se habrán casi de forma instantánea. Los SSD también son capaces de ejecutar varias tareas al mismo tiempo sin una pérdida de rendimiento notable, algo que no puede decirse de los discos duros tradicionales.

En nuestra selección nos hemos decidido por incluir unidades a partir de 250 GB de capacidad porque son las que ofrecen la mejor relación entre precio, prestaciones y capacidad. Los SSD de 120 GB nos parecen muy escasos a día de hoy, aunque si quieres montar Windows, paquete de ofimática y algún reproductor cumplirá. La compra ideal sería los de tamaño de 512 GB aunque todavía siguen algo caros para la mayoría de usuarios.

Como ya hemos dicho, una unidad de estado sólido tiene multitud de ventajas sobre una unidad de disco duro, a continuación, os enumeramos otros puntos importantes:

  • Tamaño físico más pequeño: los SSD ocupan mucho menos espacio que los discos duros, especialmente en el caso de las unidades M.2 que son una pequeña tarjeta con un tamaño habitual de 22 mm x 80 mm. Una característica que es muy importante en portátiles y mini PCs.
  • Menor consumo de energía: al carecer de partes mecánicas, los SSD requieren mucha menos energía para funcionar en comparación con un disco duro. Esto es muy relevante en equipos alimentados por una batería, y en grandes servidores donde se usan cientos de unidades.
  • Mayor rendimiento: especialmente las transferencias de bloques pequeños que se utilizan para el procesamiento transaccional. Esto se debe a la ausencia de un cabezal que tiene que desplazarse hasta la posición adecuada. En los SSD todo funciona de forma electrónica, siendo mucho más rápido y eficiente.
  • Mayor fiabilidad: la ausencia de partes mecánicas hace que los SSD sean mucho menos propensos a las averías que los discos duros mecánicos.