Historia del reloj de ajedrez


Historia del reloj de ajedrez

*Reloj de ajedrez antiguo.

Hasta la segunda mitad del siglo XIX no había límite para pensar en el ajedrez. En 1843, por ejemplo, el maestro de ajedrez francés Alexandre Deschapelles informó en una carta que las partidas del encuentro entre Howard Staunton y Pierre Saint-Amant en el Café de la Régence de París habían durado una media de nueve horas. No se pudo jugar una partida en un día debido a la fatiga de ambos jugadores, por lo que se interrumpió y el encuentro continuó al día siguiente.

En el torneo de Londres de 1851 se dieron dos anécdotas protagonizadas también por Howard Staunton. La primera, en una de sus partidas contra Adolf Anderssen, que se extendió por más de ocho horas (casi todas consumidas por Staunton).​ La segunda, cuando abandonó una partida contra Williams por el tercer puesto, harto de esperar la respuesta de su oponente. La primera partida del encuentro entre Paul Morphy y Louis Paulsen de 1857 en Nueva York, duró unas 15 horas, de las cuales Paulsen consumió unas 12.

Relojes de arena de ajedrez

El primer registro escrito sobre el uso de un dispositivo para limitar el tiempo de reflexión se puede encontrar en 1861 en informes sobre un encuentro entre Adolf Anderssen e Ignaz von Kolisch. El dispositivo constaba de dos relojes de arena giratorios.​ Cuando un jugador hacía su movimiento, colocaba su propio reloj de arena en posición horizontal y el del oponente en posición vertical. Si se acababa el reloj de arena de un jugador, había perdido el juego de acuerdo con las reglas. Debido a su manejo poco práctico, este dispositivo solo se usó en algunos torneos importantes.

En ese momento, exceder el tiempo de reflexión se manejaba de manera menos estricta que hoy, presumiblemente porque el método de medición del tiempo era muy impreciso. Cecil De Vere, por ejemplo, se negó a ganar una posición perdedora en el torneo internacional de Baden-Baden en 1870 porque su oponente Louis Paulsen excedió su tiempo; en cambio, el juego se repitió por mutuo acuerdo de los jugadores.

Cronómetros

En 1866, en el encuentro entre Anderssen y Steinitz, se utilizaron por primera vez cronómetros operados por árbitros para medir el tiempo. Los cronómetros aumentaron la precisión de la medición y la operación de los árbitros evitó la manipulación. Perder un juego olvidándose de presionar el reloj no era posible de esta manera. En ese momento, los jugadores aún podían usar los relojes de arena anteriores si lo deseaban.

Relojes mecánicos de ajedrez

*Ilustración de un reloj de ajedrez de péndulo de finales de siglo XIX.

El primer reloj de ajedrez puramente mecánico fue inventado por el relojero inglés Thomas Bright Wilson (1843-1915). Wilson, quien era secretario del Manchester Chess Club en ese momento, lo construyó después de hablar con el gran maestro Joseph Henry Blackburne. Constaba de dos relojes de péndulo que se podían detener alternativamente con una barra en movimiento. Este tipo de reloj se utilizó por primera vez en el Torneo Internacional de Londres de 1883.

En 1899, HDB Mejer, el entonces secretario de la Asociación Neerlandesa de Ajedrez, sugirió equipar la esfera del reloj con una manecilla llamada «bandera» (ver más abajo) para poder determinar exactamente cuándo un jugador excedió su tiempo de pensamiento. Un reloj de ajedrez de este tipo con bandera se utilizó por primera vez en Alemania en agosto de 1908 en el Congreso de la Deutscher Schachbund en Düsseldorf.​ No fue hasta 1919 que estos relojes se convirtieron en la norma.

Los relojes de péndulo fueron reemplazados gradualmente por mecanismos de resorte de precisión y la barra que conecta ambos mecanismos con una palanca oscilante. Este desarrollo culminó en los relojes de ajedrez analógicos que se han utilizado hasta el auge de los relojes digitales.

Relojes digitales de ajedrez

En 1973, para abordar los problemas con los relojes analógicos, Bruce Cheney, un estudiante de ingeniería eléctrica y ajedrecista de la Universidad de Cornell, creó el primer reloj de ajedrez digital como un proyecto para un curso de EE de pregrado.​ El primer reloj de ajedrez digital disponible comercialmente fue patentado en 1975 por Joseph Meshi y Jeffrey R. Ponsor. Lo llamaron Micromate-80.​ Sólo se fabricó uno,​ y fue probado por jugadores de ajedrez en múltiples torneos. Tres años más tarde, se produjo un Micromate-180 muy mejorado junto con la tesis de MBA de Meshi, «Análisis de demanda para un nuevo producto (el reloj de ajedrez digital)», en la Universidad Estatal de San Diego, mientras Meshi y Ponsor continuaban desarrollando juegos digitales.

En la década de 1980, los inventores privados desarrollaron los primeros prototipos de relojes de ajedrez digitales basados en circuitos electrónicos y alimentados por baterías. En 1985, Ben Bulsink, entonces estudiante de la Universidad de Twente en los Países Bajos, construyó el primer reloj de ajedrez electrónico que muchos ajedrecistas y asociaciones de ajedrez consideraron bueno (la revista de la Asociación Holandesa de Ajedrez lo llamó: «el reloj de ajedrez perfecto»), pero debido a su producción individual a mano era demasiado caro para uso a gran escala.

El excampeón mundial Bobby Fischer, sólicitó en 1988 la patente estadounidense 4.884.255 (otorgada en 1989) para un nuevo tipo de reloj de ajedrez digital.​ El reloj digital de Fischer daba a cada jugador un período de tiempo fijo al comienzo de la partida, mas una pequeña cantidad después de cada movimiento. Joseph Meshi llamó a esto «acumulación» porque era una característica principal de su Micromate-180 patentado (Patente de Estados Unidos 4.247.925, 1978). Esto se convirtió en la característica del reloj de Fischer patentado diez años después. De esta manera, los jugadores nunca se quedarían desesperadamente cortos de tiempo. Este método de cronometraje se denomina «incremento», «bonificación» o «modo Fischer».

El control de tiempo con incremento se utilizó por primera vez en el encuentro Fischer-Spassky de 1992, jugado a un ritmo de una hora para toda la partida, más un minuto de incremento por jugada. Rápidamente se hizo popular el uso de relojes digitales en el mundo del ajedrez en general. En torneos de la FIDE se utilizaron por primera vez en la olimpiada de ajedrez de 1994 en Moscú,​ y con incremento, en el Campeonato Mundial de Ajedrez FIDE 1998.

En 1992 Ben Bulsink, junto con Albert Vasse y Paul Arentz, suministró relojes para el torneo Melody Amber y planeó su producción en masa. El proyecto fue un éxito, los tres fundaron la empresa DGT Projects, y en 1993 la FIDE cerró un contrato de 3 años según el cual DGT Projects debería producir «el primer reloj de ajedrez oficial de la FIDE».​ En 1994 llegó el DGT FIDE al mercado, el primer reloj de ajedrez digital oficialmente respaldado por la FIDE.

El 10 de marzo de 1994, los inventores Frank A. Camaratta Jr. de Huntsville, Alabama, y William Goichberg de Salisbury Mills, Nueva York, presentaron una solicitud de patente para un temporizador de juego especialmente adecuado para jugar al ajedrez, que empleaba una (simple) función de «retraso». El temporizador del juego proporciona, entre otras características, un retraso definible por el usuario entre el momento en que se presiona el botón de activación y el momento en que el reloj activado realmente comienza a contar hacia atrás. La patente de los Estados Unidos 5.420.830 se emitió el 10 de mayo de 1995 y posteriormente los inventores la asignaron a la Federación de Ajedrez de los Estados Unidos. Al igual que con el reloj Fischer, el beneficio del reloj de demora es reducir la probabilidad de que un jugador con superioridad posicional o material pierda una partida solo por haber agotado su tiempo.