¿En qué fijarte al elegir una plancha?
Una de las cuestiones más importantes es el tipo de suela:
- Las suelas de aluminio ofrecen peores resultados. Los análisis de laboratorio demuestran que se deslizan peor, resisten poco los arañazos y la suela se pega a la ropa. Su única ventaja es que son ligeras.
- Las suelas de acero son más resistentes, aunque su calidad de vida varía según el tratamiento que se haya aplicado al acero, ya sea inoxidable o revestido. «Ultragliss difusión», «saphir», «careeza» son algunos de los nombres que los fabricantes ponen a los revestimientos del acero.
- Algunos modelos incorporan una suela adicional, interesante para planchar con vapor los tejidos que no soportan temperaturas altas (sintéticos, lana, seda, etc.).
Otros elementos útiles para elegir una plancha:
- Planchado en posición vertical: permite planchar por ejemplo una chaqueta o unas cortinas sin descolgarlas. Todas las planchas y centros de planchado analizados permiten el planchado en esta posición.
- Botón de vapor extra: útil para ropa muy arrugada, elimina los pliegues falsos.
- Tiempo de producción de vapor versus tiempo e enfriado: los centros de planchado apenas tardan tres minutos en calentarse, las planchas aún menos no llegan a un minuto, pero en ambos casos los sistemas tardan más de una hora en enfriarse del todo.
- Potencia: mayor potencia no significa más eficacia. Las planchas y centros de planchado analizados tienen una potencia muy parecida, entre 1.8 y 3.1 kW.
- Peso de la plancha: con los avances técnicos el peso de una plancha ha perdido importancia. La alta temperatura que alcanzan las planchas modernas hace innecesario que pesen mucho. El peso medio de las planchas tradicionales está en 1.5 kg, mientras que, en los centros de vapor, las hay incluso de menos de 1 kg, lo que facilita su manejo.
- Longitud del cable: puede marcar la diferencia. En general la longitud del cable en las planchas es mayor que en los centros de planchado, lo que puede facilitar la tarea.
- Depósitos: tienen una capacidad de entre 0.2 y 0.4 litros de agua en las planchas, y de 0.7 a 2 litros en los centros de planchado, lo que hace ideales estos últimos para tareas de gran volumen de planchado.
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