La ‘little black jacket’ es uno de los grande aportes de Coco Chanel al mundo de la moda. Elaborada con tweed, de corte recto y forma masculina, la chaqueta chanel se convirtió en un símbolo de libertad al permitir un movimiento fluido y acoplarse perfectamente al cuerpo de la mujer.
Esta chaqueta tiene una historia muy interesante. Coco la diseñó a finales de los años 20, cuando tenía un romance semiclandestino con el duque de Westminster. La diseñadora ideó una chaqueta inspirada en los trajes de cacería de su amante y en la ropa algo masculina de su amiga Vera Wate. Pensó en una prenda que pudiera usarse para casi cualquier ocasión o momento del día o la noche. Y unos años después, hizo algunas modificaciones que la volvieron un poco más femenina y no tan encuadrada, y fue entonces cuando terminó de ganar popularidad entre las mujeres europeas.
Se trata de una chaqueta simple, entallada, su largo por encima de la cadera y con botones muy simples, que sin duda, se ha convertido en todo un clásico para nosotras. Es un corte recto, cerrado y sin pinzas, que permite fácilmente movernos, pero que al mismo tiempo transmite femineidad. En algún momento tuvo hombreras, pero Chanel las eliminó para quitarle rigidez.