Teniendo en cuenta la apertura podemos encontrar los siguientes tipos de grifos:
Los grifos monomando son aquellos que solo cuentan con un mando para regular el caudal y mezclar el agua caliente con la fría. Son el tipo de grifos más utilizados tanto en baños como en cocinas. Su ventaja es su sencillez y la comodidad de uso.
Los grifos bimando son los que tienen una llave para el agua fría y otra para el agua caliente. Tienen una estética antigua, dando un toque rústico a la estancia. Son más comunes en los baños que en las cocinas.
Los grifos termostáticos son aquellos que tienen dos mandos, uno para regular la temperatura del agua y el otro para controlar el caudal del agua. Son uno de los tipos de grifo más populares por su ayuda en el ahorro de agua. Su ventaja es su capacidad de bloquear la salida del agua caliente si se produce un corte en el agua fría, además de no verse afectados por la apertura de otros grifos de la casa.
Los grifos temporizados son aquellos que se activan por pulsación o por sensores. Su utilización suele limitarse a locales, aunque puede ser una gran idea su instalación en los hogares por el ahorro de agua que suponen.