Relojes mecánicos


Relojes mecánicos

*Reloj mecánico

Los relojes mecánicos carecen en la mayoría de los casos de componentes electrónicos; este tipo de relojes cuentan con un sistema mecánico fabricado generalmente en metal, en donde la fuerza motriz necesaria para poner en marcha la maquinaria es proporcionada por un muelle motor o por medio de pesas conectadas por cadenas o cables.

En la cultura popular es común referirse a la carga del muelle motor como «dar cuerda», no obstante este término es erróneo, y solo es aplicable a los relojes de pesas, en donde literalmente se le da cuerda a un cilindro dentro del reloj para que de esa manera continúe el descenso de la pesa que da vida al mismo. Dentro de un muelle motor se encuentra una banda o cinta de acero templado que, al enrollarse, genera una fuerza de torsión usada por el reloj para mover el mecanismo, bien sea la marcha o la sonería. Por medio de un tren de engranajes se reduce la fuerza y aumenta la velocidad, finalizando en una rueda dentada de manera especial, llamada rueda de escape, la cual conecta con una pieza llamada ancora. Esta pieza es la encargada de convertir el movimiento rotatorio de los engranajes en un desplazamiento lateral de izquierda a derecha que se trasmite a un volante o a un péndulo para proveerles la energía suficiente para oscilar. Es el contacto entre estas dos piezas, rueda de escape y ancora el que produce el famoso tic-tac. Finalmente, el péndulo o el volante marcan el paso del tiempo y se les conoce con el nombre de órgano regulador. El reloj usa sus oscilaciones o alternancias constantes para determinar el paso del tiempo: cuanto más preciso sea el mecanismo, menos variaciones habrá en la periodicidad de las oscilaciones.

Cabe resaltar que, aunque los relojes de pulsera, que usan volantes como órgano regulador, han logrado niveles de exactitud sorprendentes; el péndulo y su oscilación periódica regular continúan siendo el patrón de medición del tiempo u órgano regulador más exacto en los relojes mecánicos.

Normalmente el número de engranajes o ruedas que posee un reloj mecánico es consecuencia directa del tiempo estimado en el que el muelle o la pesa le proveerá energía suficiente para funcionar; así, si un reloj mecánico, por ejemplo un despertador, está construido para almacenar 24 horas de marcha, el número de ruedas será generalmente de cinco, desde el engranaje del muelle hasta la rueda de escape; por otro lado, si se trata de un reloj de pared, en donde la reserva de marcha está diseñada para durar 192 horas (ocho días), entonces se añadirá una rueda extra justo después del muelle motor para de esta forma aumentar la velocidad del mecanismo de escape en relación a la velocidad de rotación del muelle motor, expandiendo así la autonomía de funcionamiento del mecanismo, aunque en estos casos se requiere de muelles más poderosos, para compensar la pérdida de fuerza causada por el aumento en la relación de los engranajes; finalmente, la hora se muestra siempre en formato analógico, por medio de manecillas, que usan el giro de los engranajes internos, usualmente la rueda primera para los relojes de 1 día, y la rueda segunda para los de 8 días, para convertir el movimiento del tren de engranajes, controlado por el sistema de escape, en indicaciones comprensibles para las personas, quienes realizan la lectura de la hora fijándose en la posición de las manecillas frente a una escala horaria fija en el frente del reloj.

Cabe resaltar, que el minutero en el reloj mecánico, a diferencia del horario, no posee un tren de engranajes independiente que ajuste la relación para marcar la hora, este se encuentra fijo a la rueda que usualmente engrana con el muelle motor, dicha rueda posee un eje que sobresale, en frente de la maquinaria, y que es de hecho el eje conocido como “cañón”, donde se conecta el minutero, por lo tanto esta rueda gira una vez cada 60 minutos exactamente, el cañón horario realiza una reducción de velocidad, usando un pequeño tren de engranajes ubicado en la parte frontal del reloj justo entre el minutero y el horario, la relación entre ambos sería entonces de 1/12, en donde por cada vuelta de la manecilla horaria, la minutera ha debido girar 12 veces, este mecanismo también se encuentra en todos los relojes electrónicos con lectura analógica.