Funcionamiento de los calentadores de agua
Funcionamiento del calentador de gas
Los calentadores de gas están dotados de un calderín de acero vitrificado y un elemento interior intercambiador para el calentamiento del agua. En la base de este conducto está situada la cámara de combustión del gas y el quemador. La seguridad en la combustión en los modelos con llama piloto está garantizada por la existencia de un termopar, que en caso de apagado de la llama impide el paso del gas al quemador, pero el gas sigue llegando al quemador continuamente para que el servicio este siempre listo. El termostato de sobrecalentamiento supone una medida adicional de seguridad, impidiendo que la temperatura del agua supere los 95·C. La gran ventaja de los termos a gas viene dada por:
- La acumulación, que permite dar servicio de agua caliente a varios puntos de consumo simultáneamente (a diferencia de los sistemas de producción instantánea).
- Su gran potencia de calentamiento, capaz de recuperar la temperatura del agua con mayor rapidez.
Calderas
Las calderas son uno de los sistemas más eficientes para calentar y proveer agua caliente, manteniendo una temperatura constante sin importar el uso. Un sistema de caldera bien equilibrado puede proveer agua caliente para calefacción y para uso directo simultáneamente. Algunas calderas proveen vapor para usos comerciales e industriales de manera segura y eficiente por lo que su complejidad, temperatura y presión de funcionamiento son superiores a las de las típicas calderas que trabajan solo con agua caliente.
Existen varios tipos de calderas pero en su concepto básico son una especie de envases de metal (cobre, acero inoxidable o hierro colado) en cuyo interior es donde se desarrolla el proceso de combustión o el aporte de calor y es por donde circula el agua, obviamente sin tener el agua un contacto directo con la fuente de calor. Este envase es atravesado por barras por las que circula el agua; también existen calderas tipo «camisa» , es decir un recipiente metálico introducido dentro de otro recipiente y dentro del recipiente interior es donde se produce la combustión o calentamiento y entre la camisa que forman los dos recipientes es por donde circula el agua para recibir ese calor.
El combustible para calentar estas barras o camisa puede ser gas, combustible fósil, madera, biomasa, fisión nuclear o incluso resistencias eléctricas calentadoras. El agua circula, generalmente por medio de una bomba de agua a través de un circuito cerrado de tuberías que recorren los lugares donde se requiera el agua caliente o vapor. El agua, una vez que ha cedido su calor en el equipo o lugar donde se requería (radiadores, suelo radiante, tanque de ACS, proceso industrial) regresa nuevamente a la caldera para reiniciar el ciclo y volver a calentarse. Un sistema de nivel mide el faltante de agua y la agrega en caso de ser necesario.
Para las viviendas solo se justifica el uso de calderas en países de climas con cuatro estaciones muy marcadas, donde el invierno requiera calefacción por varios meses al año. En cambio para determinados usos comerciales, por ejemplo en hostelería, son casi indispensables.