Disipador de stock, custom o refrigeración líquida ¿Cuál usar?
Por último y no menos importante para tener el mejor procesador será combinarlo con un disipador adecuado para lidiar con sus temperaturas. Tendremos muchísimas opciones disponibles partiendo de los disipadores de serie hasta llegar a los sistemas de refrigeración líquida custom. La idea siempre es montar un disipador con el mismo o superior TDP que el de la CPU.
Disipadores de stock
Partiendo de esto, tenemos los disipadores de stock, los cuales viene en algunos procesadores de Intel y AMD de gama media y baja. Los de AMD siguen siendo mejores y se pueden utilizar con chasis bien ventilados y son hacer overclocking. Los de Intel solo son recomendables para CPU i3 e inferiores al ser pequeños y muy ruidosos.
Disipadores custom de 1 o 2 bloques
Al hacer normalmente más presión contra el IHS de la CPU, irán muy bien para casi cualquier CPU incluso haciendo overclocking, como los Ryzen 5, 7 o incluso 9, o los Intel Core i5, 7 o 9. Recomendamos uno de doble bloque como el Noctua D15 para un posible Intel Core 12900K o AMD Ryzen 5950X.
Refrigeración líquida todo en uno
Consiste en un circuito de agua con bomba y disipador provisto de ventiladores. Los hay de 120, 240, 280, 360 y 420 mm de menos a más grande. Estos sistemas van bien para CPU con 6 o más núcleos, muy recomendables los de 280 y 360 mm. Un buen sistema puede marcar la diferencia en una CPU con overclocking, siendo recomendables sobre todo para modelos de gama alta como el 12900K al ser una CPU muy exigente o Workstation.
Refrigeración líquida custom
Más por estética que por rendimiento, son circuitos montados por piezas y a mano por el usuario, integrando no solo CPU, sino también memorias, tarjeta gráfica e incluso placas base. Son bastante caros, así que poco recomendable, pero son la opción definitiva para CPU tope de gama overclockeadas.