Desechos de la combustión de la leña


Desechos de la combustión de la leña

La creosota, la brea y el hollín son subproductos de la combustión de la leña y la resina que contiene, el cual se adhieren principalmente en las paredes interiores de los cañones (caños) de las estufas y chimeneas que utilizan este combustible. Un deshollinador limpia las chimeneas para evitar incendio.

La combustión de leña también produce dióxido de carbono y vapor de agua, que salen por la chimenea. La ceniza es el desecho sólido de la combustión en la estufa.

Más de la mitad de la población mundial depende de combustibles sólidos (leña, estiércol, etc.) para cocinar, lo que causa enfermedades respiratorias que afectan principalmente a mujeres y niños en países en desarrollo.

Cada año, la contaminación del aire en lugares cerrados genera alrededor de millón y medio de muertes. Asimismo, la dependencia de los combustibles sólidos agrava las tasas de deforestación y contribuye por lo tanto al cambio climático mundial.

Las intervenciones disponibles para reducir los niveles de contaminación del aire en lugares cerrados se dividen en aquellas que cambian la fuente de la contaminación, las que mejoran el medio ambiente habitable y las que modifican el comportamiento del usuario.

Si bien diversos análisis concluyen que estas intervenciones han logrado una reducción en la contaminación del aire en lugares cerrados, existen pocas evaluaciones de impacto disponibles sobre su rentabilidad, así como de su eficacia en el mejoramiento de la salud, el bienestar y el medio ambiente.