Cómo la impresión 3D va a cambiar el mundo


Cómo la impresión 3D va a cambiar el mundo

Hace algunos años atrás, cuando recién se comenzó a esbozar la idea y se inició la discusión acerca de la posibilidad de crear impresoras que pudieran reproducir formatos en tres dimensiones, aquel proyecto parecía una verdadera utopía, sólo posible de alcanzar a través de las páginas de una novela de ciencia ficción.

No obstante, lo cierto es que el desarrollo detrás de la impresión 3D ha llevado a cabo un largo camino, y después de cientos de pruebas y errores, finalmente se logró crear el primer equipo de impresión capaz de reproducir un objeto en sus tres dimensiones.

Poco después este gran avance de la tecnología fue llegando a las masas, y si bien aún las impresoras 3D no se han convertido en un elemento que todos tengamos en nuestro hogar, lo cierto es que gracias a su esquema y a su patente libre, hoy cualquiera puede fabricarse su propia impresora 3D.

Debido a las posibilidades casi inagotables que ofrece la impresión 3D, no sólo a gran escala, sino también en el ámbito hogareño y en las grandes y pequeñas empresas de todo el mundo, son muchos los que aseguran que con la impresión 3D ha llegado una nueva revolución industrial.

Gracias a la gran variedad de materiales que pueden implementarse en el proceso de la impresión 3D, que incluyen principalmente nylon y poliestireno, entre otros, con una impresora 3D es posible imprimir los más diversos objetos tridimensionales, que van desde ropa, herramientas, casas, repuestos varios, equipos médicos, alimentos y hasta incluso órganos para el cuerpo humano.

Por ende, podemos llegar a imaginarnos cómo la tecnología de la impresión 3D sin dudas va a cambiar el mundo en poco tiempo más, y en este aspecto son muchos los expertos que aseguran que gracias a la impresión 3D de alimentos, en algunas décadas será posible incluso terminar con el hambre mundial, algo que por supuesto ha generado grandes controversias.

Este es precisamente un proyecto que se encuentra en plena fase de desarrollo, a través de la iniciativa que ha tenido la NASA con una serie de empresas, que busca poder crear entre otras cosas una impresora 3D que permite imprimir una pizza. Mientras tanto, las grandes compañías fabricantes de alimentos ya han comenzado a realizar diversas pruebas al respecto.

De acuerdo a muchos expertos, debido a que para imprimir comida sería necesario utilizar insumos que incluyan distintos polvos y aceites, este tipo de alimentos podrían llegar a almacenarse durante años, y estiman que podría llegar a erradicar o reducir en gran medida el hambre en todo el mundo gracias a las impresoras 3D.

Otro de los campos donde la impresión 3D ha comenzado a dar que hablar reside en el ámbito de la medicina, donde sin dudas la tecnología detrás de la impresión 3D permitirá generar rápidamente las más avanzadas innovaciones médicas.

Desde hace años ya se ha sostenido que uno de los principales beneficios de la impresión 3D permitirá con el paso del tiempo mejorar notablemente la atención médica dentro de diversas enfermedades, y tratar lesiones que hasta el momento era impensable lograr los resultados asombrosos que permite alcanzar la tecnología tridimensional.

Algunas ya casi en uso, y otras por mejorar para su implementación, lo cierto es que con las impresoras 3D la medicina podrá imprimir réplicas de órganos humanos, imprimir injertos de piel sobre quemaduras y otras lesiones.

Es por ello que si bien la mayoría de estas innovaciones aún se encuentran en plena etapa de prueba ya que son muy nuevas, lo cierto es que la tecnología de impresión 3D inexorablemente transformará por completo el escenario de la salud, y quizás no deban transcurrir demasiadas décadas para poder verlo.

Así como se estima que la impresión 3D pueda colaborar en reducir el hambre en el mundo, y también permitir a la medicina dar respuestas inmediatas sobre determinadas patologías, se estima que con el tiempo esta tecnología permitirá también terminar o reducir en gran medida con el problema habitacional que existe en el planeta.

Con la disminución en los costos que los insumos para la impresión tridimensional inevitablemente tendrán con el paso del tiempo, la impresión 3D invadirá también el mercado inmobiliario, y es más, en este aspecto ya se ha realizado una prueba con total éxito, cuando hace tiempo atrás un grupo de investigadores de la Universidad del Sur de California construyeron una impresora 3D que permite fabricar una casa por capas, la cual sólo llevo un día de construcción.

De esta forma, con los años las casas construidas con impresoras 3D serán la opción más barata y más rápida, lo cual sin dudas podría llegar a tener un significativo efecto social positivo, no sólo en los países emergentes con problemas habitacionales, sino también en las naciones del tercer mundo donde debido a la crisis mundial se requieren costos cada vez más competitivos.

Por otra parte, debido a la característica casi inagotable de elementos que pueden fabricarse con las impresoras 3D, por supuesto que cada vez serán más populares los productos textiles y afines que se fabrique utilizando esta tecnología.

Imaginémonos que al pasar el tiempo y disminuir los costos de impresión, ya no será tan extraño pensar que cada uno de nosotros tengamos una impresora 3D en nuestra casa, y que antes de salir podamos imprimir la ropa, los zapatos y los accesorios que deseamos lucir ese día.

Para ello seguramente tendremos que esperar mucho tiempo. No obstante, las grandes empresas de la industria textil mundial ya están viendo con muy buenos ojos las posibilidades que brinda la fabricación de productos textiles mediante la tecnología de impresión tridimensional.

Por supuesto que todo esto traerá consecuencia, en principio relacionadas al ámbito laboral, ya que se reducirá en gran medida la cantidad de operarios necesarios para la fabricación de distintos elementos, aunque por otro lado se generarán nuevos oficios y profesiones relacionados al desarrollo de gráficos de impresión y manejo de este tipo de equipos.

Por otro lado, una de las desventajas que indican los expertos con respecto a la impresión 3D reside en que la misma generará inevitablemente un aumento de los productos de imitación, dando lugar a nuevos mercados de piratería de todo tipo.

Además, según la opinión de gran cantidad de investigadores, la tecnología de la impresión 3D no sólo podría llegar a generar un notable aumento de la piratería de los más variados elementos, sino que también la masificación de esta tecnología podría derivar en efectos mucho más peligrosos, como lo es la fabricación casera de armas de fuego mediante una impresora 3D.

Ya desde hace un par de años, una compañía norteamericana que fabrica armas, llamada Defense, desarrolló la primera pistola metálica impresa en 3D, la cual incluso comenzó a comercializarse. Lo cierto es que el peligro no está implícito cuando es una fábrica la que incorpora esta tecnología, sino que se acrecienta cuando las impresoras 3D se conviertan en un artefacto al que todos pueden acceder.

Tengamos en cuenta que como sucede con todas las tecnologías, las impresoras 3D y sus insumos con el tiempo comenzarán a tener una disminución en sus costos, lo cual brindará la posibilidad de trasladar esta tecnología al ámbito hogareño, donde cualquiera en definitiva podría llegar a fabricarse un arma.

Será en este punto donde los gobiernos y las legislaciones mundiales deberán poner el acento, y encontrar el equilibrio justo entre la libertad de la que los individuos deben gozar, frente a los perjuicios que dicha libertad puede llegar a ocasionar, cuando por ejemplo una impresora 3D caiga en manos equivocadas.