Bañeras metálicas
Las bañeras metálicas pueden ser de hierro fundido o acero. El esmalte les proporciona gran resistencia a los golpes y los arañazos. Por el contrario, las bañeras metálicas son pesadas y tendremos que estar atentos a las cargas de suelo permitidas (sobre todo en las tarimas de madera).
Son más deslizantes que las bañeras acrílicas y conservan menos el calor del agua. En este material existen menos formas y tamaños disponibles.
El hierro fundido pesa mucho, retiene el calor bastante bien, pero requiere un suelo resistente y por ello no se aconseja para tarimas. El mantenimiento es sencillo y es duradero. No admite todas las formas.
Estas bañeras son muy resistentes , se mantienen en perfecto estado a través del paso de los años, son muy rígidas y estables, como las de acero retienen el calor más tiempo y la calidad del esmalte vuelve a ser importante, son bañeras más pesadas.
Las bañeras de acero son muy comunes y hay una gran variedad. Estas bañeras son muy resistentes, aunque con el paso del tiempo suelen oxidarse y son algo ruidosas. Para su reparación se pueden utilizar productos como masillas cerámicas.
Las bañeras de acero suelen ser más habituales en instalación exenta, aunque también hay modelos empotrados con faldones.
El tacto de las bañeras de acero es muy frío y conservan peor el calor, pero sus formas y diseños dan al baño un aire más sofisticado, lo que hace que su coste sea algo más elevado.
El acero esmaltado es ligero, pero no retiene el calor y puede resultar ruidoso para el usuario y el vecindario.
Estas bañeras son las de toda la vida, son muy duraderas y se adaptan bien a los cambios de temperatura, conservan el agua caliente más tiempo, algo a tener en cuenta si lo que te gusta son los baños prolongados, tienen un tacto mas frío que las acrílicas. Es importante que el esmalte que las recubre sea de buena calidad para evitar desconchones.