Alpargatas


Alpargatas

La alpargata o esparteña es un tipo de calzado de hilado de fibras naturales como el algodón, pieles de animal, mimbre o lona con suela de esparto, fique o cáñamo, o una mezcla de yute y caranday (en Argentina), esparto (en España y otros países), que se asegura por simple ajuste, un trozo de elástico cosido a la tela o con cintas. Se utiliza principalmente en España, el sur de Francia y varias zonas de América.

*Alpargatas de cintas. Se conservan documentos escritos de principios del siglo XIV que las describen y mencionan por su nombre en catalán, espardenyes.

Las alpargatas se fabrican empleando una lona fuerte, con suela de cuerda de yute o cáñamo. Las alpargatas son muy livianas, con buen agarre al suelo y muy delgadas. Actualmente se ha industrializado su tejido y se utilizan hilos de nailon y suela de caucho, así como también con cubierta de lona y base de cocuiza u otra fibra vegetal. La alpargata se teje artesanalmente en telares triangulares caseros utilizando pabilo (hilo de algodón), combinando distintos colores. La suela puede ser de cuero curtido o de cocuiza. Se compone de la capellada o capellá (parte superior que cubre al empeine y la parte delantera del pie), «talonera» (parte que forma el arco del talón) y el «atadero» (también llamado «correíta», que sirve para sujetar la capellada a la talonera).

Existe una gran variedad de tipos de alpargatas, fundamentalmente divididas en dos clases: las que se ajustan con cintas y las que no. También se puede dividir entre planas, como las tradicionales, y las de talón alto, que suelen incorporar una cuña. En la actualidad es frecuente que la suela de esparto esté recubierta total o parcialmente de una fina capa de caucho, para protegerlas de la humedad y el desgaste.

Se cree que la alpargata tuvo su origen en la sandalia egipcia, en la que luego se inspiraron los romanos para elaborar una pantufla cubierta y proteger el pie del sol y el calor. En Europa están documentadas desde al menos 1322, año en que un documento redactado en catalán describe las espardenyes «alpargatas» y las menciona con su nombre actual en catalán. En catalán «pantufla» también se llama espardenya.

Paralelamente se usaban en América ya antes del contacto con Europa. El registro más antiguo en América de una alpargata es parte de una colección de artículos de la cultura Anasazi en Nuevo México (EE. UU.).